En el Departamento Norte de Santander, habitan las poblaciones de Caimán de Aguja o del Magdalena (Crocodylus Acutus, Cuvier, 1807), más importantes del país.
Colombia ocupa el primer lugar en diversidad de Crocodílidos, las 23 especies que existen en el planeta. El caimán de aguja está catalogado en Colombia en peligro de extinción e incluido en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en el Apéndice I de la Convención Internacional CITES, debido a que las poblaciones han disminuido dramáticamente en el territorio nacional por la presión que fue objeto en el siglo pasado para el aprovechamiento de su piel.
No obstante, según el experto colombiano y autoridad internacional en cocodrilos, Biólogo Giovanni A. Ulloa D., en la región del Catatumbo la situación de este reptil podría ser una de las más favorables en el contexto nacional, ya que así lo indican los resultados obtenidos en una investigación desarrollada por la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (CORPONOR), como Autoridad Ambiental de Norte de Santander y la Empresa Colombiana de Petróleos (ECOPETROL), como financiador de una parte de la investigación a través de una compensación ambiental. Esta situación es relevante desde la perspectiva ecológica y abre un abanico de posibilidades para la investigación, la educación y el desarrollo socioeconómico, ya que poblaciones similares de crocodílidos en otras latitudes, han sido incorporadas en los sistemas productivos de las comunidades.
El Coordinador del proyecto junto con el también biólogo Juan M. Peláez Montes, en coordinación de la Dirección de la Territorial de CORPONOR en Tibú y el departamento ambiental de ECOPETROL Tibú, elaboraron un “PLAN DE MANEJO PRELIMINAR PARA LA CONSERVACIÓN DE LAS POBLACIONES DEL CAIMÁN AGUJA Crocodylus acutus (CUVIER, 1.807) EN LOS RÍOS SARDINATA, SAN MIGUEL, NUEVO PRESIDENTE Y TIBÚ”. Además de los resultados propios de la investigación, el estudio permitió dejar estructurada una línea de continuidad abarcando todas las posibles estrategias, que son pregonadas en el ámbito global, para asegurar la conservación de la biodiversidad y en este caso de los caimanes de la cuenca del río Sardinata.
Hoy se sabe donde están y como son las poblaciones de caimanes de gran parte de la cuenca del río Sardinata. Igualmente se sabe que se debe hacer para su conservación inmediata y como se debe hacer. INVESTIGACIÓN, EDUCACIÓN, PARTICIPACIÓN COMUNITARIA Y DECLARATORIA DE ÁREAS PROTEGIDAS; son algunas de las principales estrategias propuestas, en el plan preliminar.
La conclusión principal de la investigación es que permitio descubrir y documentar científicamente, la población de cocodrilos o caimán aguja o del magdalena (Crocodylus acutus) más importante del país, por su abundancia y por que la estructura poblacional corresponde a una condición aceptable de conservación. En los 132 kilómetros estudiados de los ríos Sardinata, San Miguel, Nuevo Presidente y Tibú, el censo arrojo 196 caimanes establecidos, con densidad total para la cuenca del río Sardinata de 1,48 caimanes por kilometro, y un estimativo de varios miles de animales. Igualmente en la investigación se concluyó que la deforestación de las formaciones boscosas de galería, se identificó como la alteración más significativa del contexto ecológico de los cuatro ríos, con influencia directa sobre el hábitat de los caimanes.
CORPONOR, como autoridad ambiental y organización gubernamental, gestora de la investigación, cuenta con las herramientas necesarias para guiar las acciones de conservación de la especie en la cuenca del río Sardinata y con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y ECOPETROL como socio estratégico.
“Es responsabilidad de Todos los actores: Corponor en el ejercicio de autoridad ambiental, propender por la conservación de la especie y la calidad de vida de los habitantes de la región, la comunidad en respetar su habitad y convivir con el caimán aguja, los entes gubernamentales y privados, en asumir un sentido de responsabilidad social ambiental con el Departamento, direccionado todo esto, desde luego a la conservación de esta especie que se encuentra en peligro de extinción”, afirmó el ingeniero Luis Lizcano Contreras, Director General.